Conversación con Patricia Gherovici
En una entrevista sobre El antiedipo, Felix Guattari[1], subrayó la necesidad de ampliar la forma de pensar la experiencia del psicoanálisis, gracias a su estructuralismo, había quedado capturada como una experiencia constreñida a la dimensión enunciativa, y apelaba a los psicoanalistas a salir de sus consultorios; lo decía no solamente en sentido concreto y literal, sino también como una forma de plantear una salida incluso dentro del mismo consultorio.
El trabajo que Patricia Gherovici ha llevado a cabo en los Estados Unidos, a partir de la propuesta de Psicoanálisis en el barrio[2], que continúa la exploración ya presente en su libro El síndrome puertorriqueño[3], no solo nos recuerda las críticas[4] que Fanon llevó a cabo a la psiquiatría de su época en su texto Piel negra, máscaras blancas[5], sino que también podría considerarse como una manera de tomar la estafeta que Guattari lanzó en la entrevista que mencionamos anteriormente, cosa que le ha permitido encontrarse con dimensiones subjetivas sumamente enriquecedoras de la experiencia del análisis. Elementos como la racialización y la heteronormatividad, que durante años fueron excluidos de nuestra práctica -como si éstos no existiesen- aparecen como bucles clínicos de vital importancia en el trabajo en el barrio.
En palabras de Gherovici:
Mi estrategia ha sido dejar que mi experiencia clínica guíe mi producción teórica. Cuando la práctica desafió la teoría, revisé la teoría para dar cuenta de lo que encontré en la práctica. Utilizo diversos vehículos para difundir una integración del psicoanálisis con el pensamiento crítico. He aprendido mucho de mis pacientes. Al cuestionar nuestras nociones de raza, género, sexo e identidad sexual, desafiando la normatividad y los esencialismos, podemos reorientar productivamente la práctica psicoanalítica.[6]
[1] https://www.youtube.com/watch?v=QADvigKG5Mg
[2] http://www.pep-web.org/document.php?id=pepgrantvs.001.0010a
[3] Patricia Gherovici, El síndrome puertoriqueño, Ed. Siglo XXI, México, 2011.
[4] Frantz Fanon trabajó como psiquiatra en Argelia, de hecho fue director del hospital Blida, y no se cansó de denunciar la dimensión colonial de la psiquiatría de la época, puesto que los psiquiatras en Argelia calificaban de fantasías o delirios, los relatos de tortura de los pacientes, sin tomarse la molestía de otorgarles la más miníma posibiliad de verdad. Por otro lado, Piel negra, máscaras blancas es una respuesta al libro que habría publiado Octave Mannoni titulado Psicología del colonizado. Texto que vía la psicopatologización ratifica el concepto de raza, además formuló una crítica al estadio del espejo de Lacan, al subrayar la necesidad de contemplar elementos culturales que no podrían estar ausentes, según Fanon, en la formación del yo.
[5] Frantz Fanon, Piel negra, máscaras blancas. Ed. Akal, Madrid, 2009.
[6] Entrevista publicada en En el margen. Revista de psicoanálisis: https://enelmargen.com/2021/03/04/dos-preguntas-a-patricia-gherovici/