Esquizufrir feliz es un texto muy peculiar, un testimonio que nos convoca a  pensar la posibilidad de que, lo que llamamos la locura, permita también, otras formas de percibir, formas inéditas de existir, que si bien no coinciden con las convencionales, no por eso son menos válidas.

El título de este testimonio es en sí mismo paradójico y tensional, puesto que parte de la palabra esquizofrenia, pero incluye el sufrir y la felicidad en esta categoría psiquiátrica. Y, por eso mismo, porque deforma o distorsiona vía las pasiones, un término tan cerrado y categórico como el de esquizofrenia, puede romper con las formas rígidas de catalogar, enmarcar, encerrar y diagnosticar.