Dos textos en torno a «Medea» de Alexandra Latishev (2017) y una resonancia gravitacional

Ánfora del pintor Ixión que muestra a Medea matando a uno de sus hijos. Aproximadamente 300 a.c. (Louvre, París)
Los primeros dos textos de esta entrada reflexionan y dialogan en torno a la película Medea de Alexandra Latishev (2017). Una película que lleva a Roberto Marín a tomar muy en serio y no desde la cuadrades de los diagnósticos clínicos, los efectos de la no despenalización del aborto. De ahí que su artículo se titule «Cuando la mancha desborda lo cuadrado». Sandra Filippini, por otro lado en su artículo ¿»Qué escena comparte Medea con Maria José?» vuelve a la tragedia de Eurípides para mostrar un trazo que liga y tensa la figura de Medea con el falocentrismo en el psicoanálisis y otras fórmulas canónicas en torno a las mujeres. El tercer texto surge de las resonancias que le generan a José Assandri los primeros dos, a modo de un cuarto tiempo que gravita sobre las líneas de encuentro y desencuentro y que le dan pauta para romper con cualquier rastro hegemónico. Buena lectura.