¿El psicoanálisis será surrealista o no será? Conversación con Carlos Arévalo Plá

El año pasado se celebraron los cien años de la publicación del Manifiesto surrealista de André Bretón y no suena descabellado decir que los vasos comunicantes con el psicoanálisis siguen estando vigentes. En esta ocasión invitaremos a Carlos Arévalo Plá quien al respecto, se plantea una serie de preguntas de trabajo. Las compartimos a continuación:
El surrealismo se encuentra ahora en esta fase de transformación. Pero en sus inicios, cuando irrumpió sobre sus fundadores como una ola cargada de sueños, se anunció como el más cabal, concluyente y absoluto de los movimientos. Hacía suyo cuanto tocaba. Parecía que la vida sólo merecía la pena si el umbral entre vigilia y sueño quedaba anulado por un ingente flujo de imágenes; el lenguaje parecía serlo sólo si sonido e imagen, imagen y sonido se interpenetraban con tal automática y feliz exactitud que no dejaban resquicio alguno por donde insertar la ficha del “sentido”.
-W. Benjamin, El surrealismo,1929.
Pensemos en un hilo sensible, ¿cuál es el lugar del inconsciente?; hay un momento histórico donde ese hilo se entrelaza y se teje de distintas maneras en dos movimientos. Vayamos a la Europa de la década de 1920, donde por un lado se encuentran al decir de Benjamin “todo menos una camarilla literaria” que no componen un movimiento artístico sino que “un intento de hacer estallar desde adentro el campo de la literatura”; y por el otro, el movimiento psicoanalítico en plena expansión de su teoría.
Ambos le dan un lugar especial al inconsciente, pero con perspectivas distintas. ¿Qué relaciones hubo entre ellos? ¿qué no relación? ¿qué eventos históricos, qué encuentros y/o desencuentros se produjeron? ¿Qué máquinas de producción los habitan? ¿cómo se actualizan esas máquinas de producción?